martes, 24 de octubre de 2017

¿Qué es el cubismo?

El cubismo es una tendencia pictórica (es decir, concerniente a la pintura) nacida en Francia entre 1904 y 1914 y cuyo exponente más conocido lo constituye el pintor y escultor español Pablo Picasso (1881-1973).
El cubismo es considerado como una tendencia fundamental en el desarrollo de las artes contemporáneas, puesto que abrió campo a las vanguardias europeas del siglo XX, a través de una flagrante ruptura con los modelos de perspectiva tradicionales hasta la época y vigentes desde tiempos renacentistas

El término cubismo no fue propuesto por los mismos pintores, sino por la crítica especializada del momento, en voz de Louis Vauxcelles, quien afirmaba que las obras estaban formadas por pequeñísimos cubos. Al respecto, no obstante, afirmará luego Picasso que “Cuando hacíamos cubismo, no teníamos ninguna intención de hacer cubismo, sino únicamente de expresar lo que teníamos dentro”.

Características del cubismo


  1. Perspectiva múltiple

El mayor acto de rebeldía del cubismo lo emprende contra la noción acostumbrada de perspectiva, proponiendo en sustitución una perspectiva múltiple, que representa la totalidad de los objetos en un mismo y único plano.
Así, apostando por las formas geométricas para representar la naturaleza, el cubismo abandona la apariencia real de las cosas desde un punto de vista único, prefiriendo abordarlas desde lo que se conoce de ellas. Eso permite representar los objetos y a las personas de frente y de perfil simultáneamente, renunciar a la sensación de profundidad  y a la seducción de los sentidos, y proponer el entendimiento y el intelecto en su lugar.
En ese sentido son herederos de la “reacción constructiva” de Cezánne, quien afirmaba que toda la naturaleza puede entenderse geométricamente.
  1. Manejo del color

La intensidad de colores del impresionismo y sobre todo el fovismo, no fueron de interés para los pintores cubistas, quienes optaron por grises, verdes y marrones con baja luminosidad. Durante la primera etapa del cubismo, de hecho, predominó una paleta monocromática, a la que luego fueron sumándose gradualmente mayores colores.
  1. Referentes pictóricos

El cubismo no emprendió una variación sustancial de sus referentes, que continuaron siendo los bodegones, paisajes y retratos tradicionales. Su interés apuntaba más al modo de representarlos, que a la escogencia de lo representado en sí.
La idea era que el arte fuera menos imitativo del mundo real, abrazando su condición de arte y su independencia estética. Dicha tendencia alcanza su punto máximo en los collages, donde se interviene el lienzo con papeles y maderas pegados y clavados.
  1. Inicios

El cubismo inicia formalmente con el cuadro Las señoritas de Avignon (Demoiselles D’Avignon) de Pablo Picasso, si bien se acusa como precursores al mismo Cézanne y a Georges Seurat. Otros estudiosos acusan la importancia de la fotografía en la liberación del arte pictórico de la necesidad de ser fiel a lo real, ya que la cámara podía hacerlo de manera más fiel e inmediata.
También se ha dicho que el cubismo se hizo eco de una necesidad de reformulación de los puntos de vista que ya estaba en el ambiente, con la aparición del psicoanálisis, la Teoría de la relatividad y el interés por la cuarta dimensión.
El nacimiento del cubismo tomó lugar en París, ciudad de gran relevancia cultural en la época, de la mano de los maestros del género que llegarían a ser Pablo Picasso, Juan Gris, Georges Braque y Fernand Léger.

  1. El cubismo analítico

Se conoce con este nombre a la primera etapa del cubismo, que va desde 1909 a 1912, y en la que predomina la monocromía en grises y ocres, como un gesto de desdén hacia el color, ya que únicamente interesaba el trabajo de geometrización de la realidad.
También se le apoda cubismo “hermético”, dado que en su afán por descomponer los puntos de vista, algunas de las obras presentadas durante este período eran tan retadoras que casi parecían ser abstractas.
En esta etapa el cubismo empezó a exhibirse al público, no sin escándalo y rechazo de la crítica, en 1911. En la sala 41 del Salón de los Independientes se mostraron obras de Jean Metzinger, Fernand Léger, Robert Delaunay, Albert Gleizes y Henri Le Fauconnier.
Al año siguiente aparecieron los primeros estudios críticos y teóricos del cubismo, de mano de los propios Gleiz y Metzinger: “Sobre el cubismo”, y del poeta y entusiasta Guillaume Apollinaire: “Los pintores cubistas. Meditaciones estéticas”.
Los futuristas, en cambio, le reprocharon al cubismo la falta de movimiento en sus cuadros, que interpretaban como rechazo al dinamismo propio de la época.
  1. El cubismo sintético

Esta etapa posterior del cubismo inicia en 1912 y dura alrededor de dos años más. Su nacimiento se vincula con la incorporación de parte de Georges Braque de palabras y números en sus obras, abriendo camino así a la tendencia que Picasso y él mismo explorarían en sus primeros collages, adhiriendo madera o papel periódico a los lienzos.
El primer cuadro de Picasso en emplear dicha técnica fue Naturaleza muerta con silla de paja (1912), trabajando el cuadro con pasta de papel y hule.
Durante esta época el color de los cuadros cubistas se enriquece notoriamente, y el estilo se torna más figurativo, si bien los objetos siguen estando reducidos a sus características esenciales y expresados en un lenguaje geométrico.
La Primera Guerra Mundial debilitó esta etapa del cubismo en su momento de mayor productividad, cuando numerosos pintores franceses fueron llamados a filas en 1914.
  1. Final del cubismo

La muerte del cubismo puede ubicarse hacia 1919, en el inicio del período de posguerra. La mayoría de los pintores cubistas emprendieron caminos estéticos diferentes, como el dadaísmo o directamente el abstraccionismo.
Únicamente Juan Gris continuó con sus experimentaciones cubistas, a través de un estilo muy depurado que reducía los objetos a su esencia geométrica. Picasso, a su vez, terminaría sumándose a los surrealistas.
  1. El cubismo en la literatura

Gustav Apollinaire, conocido escritor francés, fue un entusiasta del cubismo a grado tal, que se propuso adaptarlo a la literatura. He allí que concibiera sus célebres “caligramas” e “ideogramas”, en los que buscaba representar formas alegóricas al mensaje literario, empleando para ello el propio texto escrito.
Empeñado en superar las fronteras entre los géneros artísticos, Apollinaire experimento con éstas y otras formas de poesía visual, logrando una obra que luego serviría de gran inspiración a los surrealistas, encabezados por Bretón.
  1. El cubismo en la escultura

Picasso mismo produjo numerosas estatuas, siguiendo los lineamientos cubistas que le inspiraban. Pero no fue el único: Alexander Achipenko, Jacques Lipchitz, Henri Laurens, Pablo Gargallo y Julio González fueron fértiles escultores cubistas, siendo este último además un pionero del uso del hierro a través de la soldadura autógena.
Los principios de la escultura cubista apuntan al aprovechamiento de material de desecho, a través de técnicas similares al collage, en lugar de trabajar un mismo bloque de piedra o mármol. Así fue desarrollándose la estética de “ausencia de masa”, ya que eran figuras tridimensionales con agujeros y vacíos en su superficie.
  1. Incursiones en el cubismo

Pintores de muchas otras tendencias incursionaron eventualmente en el cubismo, antes de continuar por sus senderos artísticos singulares. De esta manera, el cubismo fue un movimiento muy influyente en las escuelas artísticas posteriores.
Así, el pintor holandés Piet Mondrian cultivó el cubismo analítico durante sus años en París, antes de volver a Holanda y fundar el grupo De Stijl en 1917. Otros casos interesantes son los de Marchel Duchamp y Jacques Villon, este último con un cubismo moderado que empleó colores vivos.
Otros ejemplos conocidos de ello fueron los artistas Emilio Petorutti, María Blanchard, Carlos Sotomayor y Enrique Sosbisch.
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